Me llamo Giuly y hoy soy una emprendedora digital exitosa. Pero mi historia no siempre fue así. Quisiera compartir mi viaje con ustedes, con la esperanza de inspirar a otras personas a seguir sus sueños, tal como lo hice yo.

En 2007, hice un viaje a Perú que cambió mi vida. Fue allí donde conocí a mi actual esposo. Nos enamoramos y decidimos formar una familia. Tuvimos un hijo juntos y decidimos vivir en Perú durante los primeros años de su vida. No conocía una palabra de español, pero estaba determinada a aprender. Cada mañana tomaba un bus, una combi, para ir a San Isidro, donde asistía a una escuela de idiomas. Era un viaje largo y a veces agotador, porque realmente esas combis son todo menos que cómodas…. pero mi deseo de aprender era más fuerte. Después de seis meses de arduo trabajo, no podía creer los progresos que había hecho: hablaba español mejor que mi lengua materna, el italiano. Amaba el español.

Un día, me pregunté cómo podría ganar un poco de dinero. Quería tener mi libertad financiera, sin tener que pedirle dinero a mi esposo para todo. Y así, tuve una idea: ya que conocía tanto el español como el italiano, podría hacer traducciones entre los dos idiomas. Comencé a hacer traducciones para algunas agencias peruanas, y me iba bien, pero sentía que podía hacer más. Pasaba horas y horas en la computadora, pero la ganancia no era suficiente.

Así que decidí crear mi propia agencia de traducciones. Al principio, fue difícil. Tenía que equilibrar mi tiempo entre cuidar de mi hijo y trabajar en la agencia. Pero con mucha determinación y esfuerzo, casi 15 años después, sigue siendo una de mis principales actividades. Ganaba lo suficiente y había creado un equipo de traductores nativos. Después de abrir mi primera agencia en Lima, decidimos volver a Italia. Mi esposo, siendo arquitecto, encontró trabajo en un estudio en nuestra ciudad, mientras yo continuaba gestionando mi agencia en línea.

Todo iba bien hasta que llegó el COVID. Todo se detuvo y no recibía más solicitudes de presupuesto. Me quedé sin trabajo y sin ingresos. Fue un tiempo muy difícil para nosotros. Durante este tiempo, desesperada, busqué alternativas. Compré un curso para vender productos en Amazon, pero fue un fracaso. Perdí mucho dinero sin ganar nada.

Luego, noté el perfil de Instagram de una chica que creaba velas de soja y había hecho de eso un negocio. Decidí intentarlo también, pero no funcionó. Crear y vender velas personalizadas requería mucho trabajo y el beneficio era demasiado bajo. Además, el mercado estaba saturado y era difícil destacarse.

Con el tiempo, el COVID pasó y decidí dedicarme nuevamente a las traducciones. Relancé mi negocio con excelentes resultados, pero aún sentía la necesidad de algo más. Quería una libertad financiera que me permitiera viajar por el mundo sin preocupaciones. Siempre había soñado con descubrir nuevas culturas y vivir experiencias únicas en diferentes lugares.

Así, descubrí los productos digitales. Fue amor a primera vista. Hice muchas investigaciones y encontré el curso de una chica a la que seguía durante el período de las velas. Confié en ella y compré el curso número 1 del mundo para convertirme en una verdadera emprendedora en la venta de productos digitales. Este curso me enseñó todo lo que necesitaba saber, desde cómo crear productos digitales hasta cómo venderlos de manera efectiva.

Desde ese momento, mi vida cambió. Ahora, no solo continúo con mi agencia de traducciones, sino que también tengo un segundo negocio que me hace ganar cuatro veces más con menos trabajo. Pasé de ganar 4.000 euros al mes con las traducciones a más de 1.000 euros al día con el marketing digital. No es un resultado que se obtiene en un mes, pero con motivación y compromiso, es posible.

He podido viajar a lugares que solo soñaba visitar, y he conocido a personas increíbles en el camino. Mi familia y yo hemos disfrutado de aventuras que antes solo veíamos en las películas. He logrado equilibrar mi vida personal y profesional, algo que siempre había deseado.

Si has llegado hasta aquí, te digo con todo el corazón que este negocio también puede ser para ti, pero solo si realmente lo crees. No importa de dónde vengas o cuál sea tu situación actual; con determinación y el enfoque correcto, puedes lograrlo.

Recuerda, la determinación y la confianza en ti misma pueden llevarte a donde desees. Si yo lo logré, tú también puedes hacerlo. No te rindas y sigue persiguiendo tus sueños.